¿Necesitas una máquina de hielo industrial en Mallorca? Si es así, seguramente sea para algún negocio de hostelería. En este post no vamos a contarte todas las ventajas que tiene contar con una, sino que vamos a descubrirte el origen de los cubitos de hielo, una historia fascinante.

La costumbre de refrescar nuestras bebidas con estos productos se la debemos a Frederic Tudor, un norteamericano que intuyó el gran negocio del transporte y fraccionamiento de grandes bloques congelados desde los lagos de la región de Boston a Martinica. Por aquel entonces, en 1806, tomaron su idea como una extravagancia y ningún dueño de buque aceptó llevar la carga, así que Tudor invirtió todos sus ahorros en comprar un navío propio.

Todo esto, aunque parezca increíble, fue el germen de la máquina de hielo industrial en Mallorca. El barco de Tudor llegó a Martinica con su cargamento, pero la operación fue un fracaso, pues los lugareños no querían estropear el sabor de sus bebidas con el hielo. Pese a que todo iba de mal en peor, Tudor siguió creyendo en su plan e innovó en técnicas de marketing, como degustaciones gratis. Invitaba a personajes importantes a tomar bebidas refrescadas con este método y éstos, poco a poco, fueron adoptando la costumbre.

Comenzó a viajar por todo EE UU y fue convenciendo a los propietarios de los bares para que vendieran bebidas con cubitos de hielo. Asimismo, les enseñó a fabricar helados con su producto. Los negocios prosperaron y Tudor se hizo millonario: exportaba al Caribe, a Europa, a la India…

Como fabricantes de hielo industrial, en Cubiforma hemos querido rescatar esta apasionante historia. ¿Pensarás ahora en Tudor cada vez que tomes una bebida con cubitos?